lunes, 8 de julio de 2013

La Generala tiene dos Hijos

Hay algo que intento hacer, aunque creo que no lo logro como debería... pasar tiempo con mi familia. No solo pasarlo con ellos, sino buscar que sea tiempo bueno, divertido, de calidad (que es el tiempo de calidad? no se, pero así dice todo mundo).

No lo logro. Veo televisión mas tiempo del que debería (muchas veces la veo con la Bodoque). También paso mucho tiempo en la computadora y a veces me lo reclaman.

Sin embargo, lo intento. No solo porque creo que es lo correcto, sino porque ademas lo disfruto, y mucho. Tengo la suerte de estar casado con una mujer muy inteligente, culta y con la que puedo platicar por horas. Tengo también una hija muy curiosa, que no se puede estar quieta y que siempre quiere estar haciendo algo. Al ser hija única, requiere, o exige, que seamos sus papas quienes compartamos sus juegos, travesuras, etc.

Este fin de semana fue "de fiesta" por la celebración de la independencia. La Generala y yo decidimos tomarnos el viernes, para poder disfrutar de cuatro días con la Bodoque, que ademas esta ahora de vacaciones en la escuela.

Nos la pasamos muy padre. Fuimos al cine, hicimos carne asada en la casa, celebramos el 4 de julio en casa de unos amigos, donde la Bodoque no se quería salir de la alberca, fuimos a cinco museos en tres días.

Sin embargo, creo que lo que mas disfrute, fueron cinco o diez minutos el sábado, durante la lluvia.

Vivimos en un desierto, y en los últimos años las temporadas de lluvia no han sido como solían serlo en mi niñez. A mi me tocaron unas lluvias chidas, de encharcar el parque que estaba frente a la casa donde vivía con mis papas, y salirnos a enlodar en el. Parecíamos Comando, saliendo de entre el lodo, donde lo único que podían vernos eran nuestros ojitos blancos, porque todo lo demás era lodo.

Esos recuerdos los atesoro... esa sensación de libertad, el poder salir a la calle y hacer lo que quisieras, es algo que me encantaría que la Bodoque también tuviera como recuerdo en un futuro, pero la verdad es que, entre los nuevos tiempos, el que no teníamos un parque cerca y muchas otras cosas, no lo ha hecho mucho.

Esta sábado, empezó a llover en la tarde. Este mes de Julio nos ha tratado bien y nos ha traído lluvias casi a diario.

Cuando empezó a llover, la Generala y yo salimos al frente de la casa para ver la lluvia (ya ven, somos bien románticos). En eso estábamos, cuando sale también la Bodoque. En cuanto ve la lluvia, le brillaron los ojos y me volteo a ver. "Quieres ir a jugar en la lluvia?" le pregunto "Siiiiii..." me contesta gritando al mismo tiempo que sale corriendo de abajo del techo que nos protegía del agua.

Empieza a correr y jugar, pero como les decía, ella siempre quiere compartir con nosotros sus juegos, así que va por la Generala para que juegue con ella. Como ya tenia rato lloviendo, en la calle, frente a la casa, se habían formado algunos charcos, así que empezó a jalar a la Generala para meterla al charco, pero ella no  lo permite.

"Puedes brincar en el charco, si quieres" le digo yo. "Si, pero ven conmigo" me contesta. "No" le digo, pensando en que un adulto no se pone a brincar en los charcos como niño. "Brinca tu" le insisto, pero ella no esta muy convencida. "Lo que ella quiere es que TU juegues con ella" me dice la Generala. Volteo a ver a mi hija, y como siempre, su cara, sus ojos, su sonrisa son mas fuertes que mi voluntad.

"Que mas da" pienso, y corro con ella hacia el charco. Los siguientes diez minutos fueron los que mas recuerdo de todo el fin de semana. Mi hija y yo, brincando, riendo y disfrutando. Empapados pero felices. Incluso la Generala, que no se animo a meterse a esa "agua chocolatosa" como la llamo, estaba muerta de la risa de ver como nosotros dos nos divertíamos.

De hecho, pasaron varias personas en sus carros... al principio me dio un poco de pena que me vieran a mi, un adulto responsable, brincando en los charcos, pero todos volteaban, bajaban su velocidad y se reían, no se si de gusto o de burla. A mi, la verdad no me importo... ver como la Bodoque lo disfrutaba hace que no me importe nada de lo que los demás pensaran.

Después de un rato, cuando estábamos ya empapados, la Generala nos metió a ambos a la casa, advirtiéndonos antes, por supuesto, que no quería que le ensuciáramos nada dentro de la casa, y que teníamos que ir directo a la regadera.

La verdad, lo disfrutamos horrores. Yo lo repetiría cualquier día, pero ahora me aseguraría de que la Generala no se lo pierda, aun cuando esa agua chocolatosa le parezca muy sucia.

Por supuesto, la Generala no podía dejar pasar la oportunidad y nos tomo vídeo y fotos, que aquí les comparto.