lunes, 10 de octubre de 2011

El Miedoso

Les platico... el sabado anduvimos un buen rato en el carro, asi que llego un momento en que La Bodoque se harto y se puso medio latosona porque ya queria que nos bajaramos del carro.
En eso estabamos, cuando de repente la escucho gritar como loca:

"Una Abeeeeeeejaaaaaa!!!!", "Una Abeeeeeeejaaaaaa!!!!"... "Papa.... me va a picaaaaaaar!!!!"

Efectivamente, quien sabe como, pero una mendiga abeja se habia metido y estaba volando dentro del carro, especificamente en al parte de atras, donde iba la bodoque amarrada, digo, sentada.

En cuanto pude me orille y me pare, (ya habia abierto los vidrios) , me baje para abrir la puerta y enfrentarme de hombre a bestia con ese peligrosisimo animal que amenazaba la seguridad de mi vastaga.

A pesar de mi agilidad felina, y de que no pasaron mas de tres minutos entre que detenia el carro y abria la puerta, La Generala me gano, y de alguna manera se hizo cargo de la situacion (es decir, se dejo caer a la abeja) con una manta que estaba en el asiento de atras.

Asi que ya no me quedo mas que encargarme de tirar el cadaver y asegurarme que no quedara en la cobija, porque hubiera habido bronca.

Para esto, la Bodoque seguia llorando, asustada. Entonces, como todo buen padre, trate de aprovechar la situacion para que mi hija se llevara una leccion de vida.

"Bodoque... cuando veas una abeja, o un animal, no grites, no te muevas, porque entonces la abeja se va a asustar y va a pensar que eres un peligro, y te va a atacar" le dije yo con toda calma y sapiencia, resultado de mis safaris por las sabanas africanas.

"Es que las abejas me dan mucho miedo" me contesto La Bodoque, limpiandose las ultimas lagrimas.

"Yo se que les tienes miedo, pero gritar no ayuda, hija mia, sino que pone mas nerviosa a la abeja, por lo que te podria picar... es mejor quedarse callado y no moverse", insisti.

"Pero es que le tengo mucho miedo a las abejas" me repitio, como si nada mas importara.

Entonces, recordando mis conocimientos de sicologia, trate de ser empatico, de ponerme de su lado, para que se creara un lazo entre los dos, y le dije"a mi tambien me dan miedo las abejas, hija, pero yo me quedo tranquilo, no grito, para evitar que me piquen" (no tenia caso decirle que el tener a la Generala a un lado me daba mucha seguridad, ya que ella en realidad no le tiene miedo a nada).

La Bodoque se quedo ya tranquila, y yo me volvi a subir al carro pensando que habia hecho bien en mentirle sobre mi miedo a las abejas, con tal de que ella adquiriera seguridad... no, no se estudia para ser papa, pero hasta ese momento pensaba que mi instinto me llevaba por buen camino.

Despues de aqui, todo transcurrio normal, acabamos de hacer lo que teniamos que hacer, y regresamos a la casa. Mas tarde, teniamos un compromiso, asi que tuvimos que salir de nuevo de la casa. Yo la verdad ni siquiera recordaba el incidente con la abeja de la manana.

Estabamos en el proceso de subirnos al carro (todo aquel que tenga hijos sabra que algo al parecer tan sencillo se puede convertir en toda una aventura, con un hijo), cuando de repente, al abrir la puerta del carro para que lo abordara la Bodoque, suelta una carcajada enorme y se bota de la risa.

Inmediatamente la Generala y yo le preguntamos de que se reia, y la muy desgraciada contesta:

"jajajajaja... de mi Papa... jajajajaja... tan grandote, y le tiene miedo a las abejas.... jajajaja... al menos yo soy una nina!!!"

y se sigue riendo (apoyada por supuesto por las carcajadas de la Generala, y de algun otro comentario jocoso que se le ocurrio).

Pueden creer tanta falta de respeto??? pero no, no vuelvo a tratar de ofrecerle seguridad a base de empatia, me cae.

Imaginense cuando se acuerde del relajo de la arania???